Pepito ve a su anciana vecina caminar por la calle y exclama:
¡Ah, pero usted tiene dos pies, doña Rufina!
¡Claro que sí, Pepito!. ¿Y a qué viene esta observación?
Es que mi papá me dijo que usted tenía un pie en el otro mundo.
Bromas, chistes y demás
Pepito ve a su anciana vecina caminar por la calle y exclama:
¡Ah, pero usted tiene dos pies, doña Rufina!
¡Claro que sí, Pepito!. ¿Y a qué viene esta observación?
Es que mi papá me dijo que usted tenía un pie en el otro mundo.
Dos viejas en el parque:
¿Sabes qué? me han dicho, que todas las tardes viene por aquí un exhibicionista con una gabardina, solo enseñando sus vergüenzas.
¡Qué guarro!
Sí.
Oye, ¿y si nos quedamos, nos dará tiempo para hacer la cena?.
Estaban dos zopilotes parados en un árbol con tres días de no encontrar carroña para comer,
de pronto un pobre animalito llegó a su fin,
al día siguiente los dos zopilotes olieron el aroma característico en estas situaciones
y rápidamente se fueron a ver qué podían comer,
estaban muy tranquilos comiendo cuando a uno de ellos se le llenaron los ojos de lágrimas
y retorcía el cuello, de inmediato empezó a gritar ¡QUE ASCO! ¡QUE ASCO!, y empezó a vomitar,
el otro sorprendido le pregunto ¿qué te pasa?
y el otro le contesta, ¡ME SALIO UN PELO!
En un McDonald’s, un tipo joven observa a una pareja de ancianos que entran a almorzar, y se da cuenta que el anciano ordena una hamburguesa, una orden de papas, un refresco y que pide un vaso extra – Interesado, ve cómo el anciano divide la hamburguesa a la mitad y que cuenta las papas fritas: una para ella, una para él, otra para ella y otra para él, hasta dividirlas por igual.Después, el viejo llena el vaso vacío con la mitad del refresco.
El setentón empieza a comer mientras la esposa lo vigila con las manos sobre su falda – Acomedido, el muchacho se acerca a los ancianos y amablemente les pregunta que si no les importaría que le comprara otra hamburguesa, y así no tendrían que dividir esa.
Pero el viejo le replica: – “Nosotros llevamos 50 años de casados y cada cosa siempre la hemos dividido a la mitad, jovencito”.
Dirigiéndose a la anciana, el chico le pregunta que cuándo iba ella a comer.
La mujer le contesta: “Tengo que esperar mi turno para que él me preste la dentadura, Hijito”.
Eran unos gitanos que se habían hecho de un burro y entre ellos se iban a turnar para darle de comer al burro.
El primer día le tocó a uno y dijo:
“Por un día que el burro no coma no pasará nada.”
Y al otro día el otro también dijo:
“Por un día que no coma no le pasará nada.”
Así pasó una semana y los gitanos decidieron deshacerse del burro y lo llevaron a un circo para venderlo como comida para leones, y el dueño muy gustoso se los compró.
No habían caminado ni media cuadra cuando sale el dueño del circo y les grita:
“Conque comida para leones ¿no? ¡Este condenado burro ya se comió dos y tiene al otro acorralado!”
Dos animales se encuentran y uno dice al otro:
Yo soy un perro-lobo porque mi padre era perro y mi madre una loba.
¿Y Tú?
Pues yo soy un oso-hormiguero.
¡¡¡Anda yaaaaa!!!
Le dice un niño a su madre:
Mamá, mamá, qué rica está la paella.
Y su madre le contesta:
Pues repite, hijo.
Y dice el hijo:
Mamá, mamá, qué rica está la paella.